jueves, 4 de marzo de 2010

Inteligencia Emocional

“Cualquiera puede ponerse furioso... eso es fácil. Pero, ponerse furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta...Eso no es fácil " - Aristóteles.


En este artículo trataré de hablar sobre la importancia de la inteligencia emocional y como esta es fundamental a la hora de llevar una existencia lo más feliz posible.

Considero que la educación en la gestión emocional es fundamental desde el mismo día que nacemos, ya sea para la alcanzar la autoestima adecuada ya sea para gestionar la frustración, el duelo, la tristeza, la ira, el miedo y para comunicarse eficientemente. Una buena inteligencia emocional es fundamental a la hora de relacionarnos socialmente y ser lo más competentes laboralmente.

Los científicos afirman que la verdadera medida de la inteligencia no es el coeficiente intelectual sino las emociones, dependiendo de estos en un 80%. Las tensiones de la vida moderna, la gran competencia en el terreno individual y empresarial, la presión del reloj, la exigencia de un constante perfeccionamiento profesional, etc., son situaciones que tienden a alterar el estado emocional de la mayoría de las personas consideradas normales, llevándolas al borde de sus propios límites físicos y psíquicos. El resultado, a menudo, es el desequilibrio emocional. Este desequilibrio no sólo afecta la vida más íntima de una persona, sino que afecta su trabajo y su desarrollo profesional, porque las emociones desempeñan un papel importante en el ámbito laboral.
La clave está en utilizar las emociones de forma inteligente, para que trabajen en beneficio propio, de modo que nos ayuden a controlar nuestra conducta y nuestros pensamientos con el objetivo de obtener mejores resultados. Gracias a la plasticidad de nuestro sistema nervioso podemos aprender, apropiarnos de ciertas habilidades emocionales que brinden en el plano personal un rendimiento mas óptimo y mejores relaciones interpersonales y por consecuencia, mejores resultados organizacionales.




Las necesidades o aspiraciones no satisfechas producen frustración, que lleva, a menudo, a la agresividad verbal (insultos, amenazas, etc) o física. Pero no siempre es así, ya que normalmente funcionan los llamados mecanismos de defensa:

• Racionalización: encontrar razones para justificarse a sí mismo ante un fracaso o una conducta reprobable.
• Proyección: se atribuyen a los demás aquellos rasgos de nuestra conducta o carácter que consideramos indeseables.
• Identificación: se atribuye a sí mismo cualidades valiosas de los otros.
• Represión: ocultación inconsciente de los impulsos o experiencias que provocan ansiedad.
• Sublimación: catalizar la energía correspondiente a impulsos y deseos rechazables (especialmente sexuales) , empleándola en actividades y objetos de carácter superior, cultural.
• Desplazamientos: cuando no puede dirigirse contra el objeto apropiado, se desplaza hacia otros objetos o personas.
• Vuelco contra uno mismo: la agresividad se dirige contra uno mismo, creando sentimientos de culpabilidad y autohumillación.

Según Daniel Goleman se puede definir la Inteligencia Emocional como la capacidad para saber identificar, expresar, y manejar adecuadamente las emociones, así como para saber adaptarse a cualquier situación y manejar adecuadamente las relaciones interpersonales con el objetivo de encontrar un bienestar en nuestras vidas.

Las emociones son reacciones naturales que nos permiten entre otras respuestas ponernos en alerta ante determinadas situaciones que implican peligro, amenaza, frustración, etc. Todas las emociones que sentimos traen un mensaje, positivo o negativo, y mientras que no se descubre y se hace algo al respecto esa emoción se repetirá. Hay veces, que nos llega una melancolía o tristeza que se nos repite. Si tiramos del hilo descubrimos que hay un malestar en nosotros, que hay alguna actuación en nuestra vida que no deseamos...

Controlar las emociones significa experimentarlas de modo proporcional a las circunstancias. Saber diferenciar las emociones inteligentes de las emociones torpes. No se trata de esconder las emociones o reprimirlas, sino de ir descubriendo cuales son las áreas de nuestra mente que están reaccionando y porqué lo están haciendo para luego trabajar en su maduración y así crecer como personas autónomas y sanas emocionalmente.

Esto es todo lo opuesto a las instrucciones simplistas de manejo de emociones que sugieren sencillamente “controlarse y aguantarse” o “relajarse” para ser “ecuánime y racional”, con lo que, la mayoría de las veces, en lugar de favorecer el desarrollo emocional solamente lo estancan provocando mayores problemas de salud física y emocional así como más conflictos de relaciones.

Los Programas Esenciales y de Trabajo Profundo son una serie de programas de trabajo de desarrollo personal muy variados, por ejemplo los programas de Autoestima o de Reprogramación Mental, de Ansiedad, de Manejo de Estrés, etc. Este tipo de programas contienen su propia información particular para cada tema y técnicas y ejercicios específicos. Estos programas funcionan como una forma de terapia psicológica integral, que nos ayudan a desarrollar todos los aspectos de nuestra personalidad. Por eso provocan que tus habilidades para manejar tus emociones se traduzcan en un crecimiento real y permanente que trae beneficios y bienestar en todas las áreas: tu relación de pareja, tu vida familiar, tu nivel económico, tu mundo social y los demás aspectos de tu vida.

Si aceptamos que existe una relación directa entre pensamiento y emociones, que las emociones influyen en la conducta y pueden afectar todas las áreas de nuestra vida, y que cierto tipo de cogniciones generan y sostienen estados emocionales limitadores, lo próximo, lo razonable, lo sensato, es hacer algo al respecto. Aunque hay varias investigaciones al respecto en las cuales algunas consideran que la emoción es anterior al pensamiento, vamos a considerar que la secuencia que se sigue desde que se origina un estímulo, es la que describimos más abajo ya que prácticamente emoción y pensamiento se dan de forma simultánea:


1.- Estímulo; 2.- Sensación (Dolor): 3.-Pensamiento – Interpretación; 4.- Emoción (Tristeza); 5.-Comportamiento (Sufrimiento); 6.-Resultado

A continuación presento a modo de ejemplo un cuadro de pensamientos negativos y sus emociones asociadas.

CUADRO DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS Y EMOCIONES

Las técnicas de inteligencia emocional pueden ayudar a superarnos en cualquier ámbito de la vida, no sólo en la empresa
http://www.isabelsalama.com/t%C3%A9cnicas_de_autocontrol_emocional.htm

Estas técnicas son la base para el desarrollo personal real y la capacidad e inteligencia emocional.

En resumen sobresalen los programas de trabajo siguientes:

- El trabajo de Autoestima (no sólo para hacer crecer la autoestima, sino el cómo manejar la sensación de autoestima para manejar las respuestas emocionales).
- Programas de reprogramación emocional, basados en procesos de manejo de la atención (como visualizaciones y de autohipnosis) y cambios cognitivos de creencias e ideas que generan emociones.
- Técnicas de relajación y meditación aplicadas para desarrollar emociones positivas profundas (sobre todo ligadas al tema del autoestima). En cuanto a la meditación, es usada no sólo como una manera de contactar con un nivel de conciencia místico, sino como una excelente herramienta de manejo de la atención y como base para generar experiencias emocionales positivas intensas.
- Trabajo de duelo. Es una parte muy importante para resolver muchos temas que generan conflictos psicológicos y emociones negativas. Usa técnicas emocionales que permiten aprender a enfrentar la realidad y aceptar las cosas que no son como quisiéramos.

A continuación adjunto un gráfico del proceso de la gestión emocional basado en la documentación de Daniel Goleman.

Para comprender a los demás, para alcanzar esa empatía, hay que saber que en cada acción de la otra persona hay una intención positiva, aunque no se llegue a entender. En inteligencia emocional, siempre decimos que si tú quieres puedes encontrar la intención positiva de los demás y, a partir de ahí, se generan unas relaciones mucho más gratificantes. Puede ser que no estemos de acuerdo el uno con el otro, pero por lo menos podemos hablar y ponernos uno en el lugar del otro.

Con respecto a comunicarse de una forma asertiva existe un método muy interesante que ayuda a minimizar el conflicto, gestionando adecuadamente el componente emocional, desarrollado por Marshall Rosenberg, llamado “La Comunicación no Violenta” que a modo de resumen consiste en el proceso DEPA:

D- Describir de manera clara la situación que nos desagrada o que deseamos cambiar (ej. "Cuando estamos ante tus amigos y tu dices que yo no sé participar en fiestas)
E- Expresar los sentimientos personales en primera persona, evitando acusar al otro (ej. "Yo me siento humillado y descalificado").
P- Pedir un cambio concreto de conducta (ej. "Me gustaría que dejaras de hacer esos comentarios a tu madre ").
A- Agradecer la atención del otro a nuestra petición (ej. "Me alegro que me hayas escuchado").

Es de destacar que en nuestra comunicación las palabras solo transmiten el 7 % del mensaje, el tono de voz un 20 ó 30 % y el lenguaje corporal un 60 u 80 %.

Con respecto al Lenguaje Corporal adjunto el siguiente video a modo de ilustración:





Antonio Pablo. El Hacedor de Sueños